#PasiónPorServir recibe su nombre del monolito que hay a la entrada de Retamar (regalo de la Promoción 2009): "sal por esta puerta con la pasión de servir", se lee en la cara interior. Desde hace años, en Retamar se trata de inculcar en todos los alumnos la preocupación por los demás, en especial por los más necesitados. El resultado es esta "pasión por servir", que ya forma parte del estilo del Colegio, de sus familias y de sus alumnos y antiguos alumnos. Para llegar a más -aunque ya se haga mucho- se ha creado esta plataforma, un pequeño banco de voluntariado, de oración y de donaciones, para apoyar la labor de quienes comparten esa preocupación por los más necesitados.

La vocación de ayudar a los más necesitados fue uno de los objetivos esenciales que tuvo San Josemaría Escrivá de Balaguer al crear el Opus Dei a finales de la década de 1920. Un espíritu que se mantiene en la organización y forma parte de la instrucción que se brinda en Retamar y en las obras corporativas de educación en todo el mundo. Un principio dirigido a fomentar en los jóvenes la preocupación por los más humildes, tanto en lo material como en lo espiritual.

En palabras de san Juan Pablo II, la solidaridad es "la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos" (Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis, n. 38, 1987). 

Por eso, pretendemos movilizar a todos nuestros alumnos para que trabajen a favor de los más necesitados a través de programas de sensibilización y de actuaciones concretas de voluntariado. Aunque existe una importante demanda de este tipo de actividades, en determinados colectivos de gente joven se observa una carencia de grandes valores de solidaridad cristiana hacia los problemas de la sociedad. Retamar, pendiente de la formación humana y cristiana de sus alumnos, desea incorporar una oferta de actividades, como parte de la formación que se da en el Colegio, impulsadas por sus propios alumnos. Se trata de inculcar en los jóvenes una responsabilidad hacia las personas menos favorecidas, poniéndoles en contacto con los problemas de la sociedad en la que viven, haciéndoles ver cómo con una pequeña contribución de su tiempo libre pueden colaborar en la ayuda de las personas necesitadas. De esta manera los jóvenes pueden encauzar su interés por ayudar a los demás atendiendo diversas necesidades sociales.